Yo también le escribía versos blancos
de lirios y arandelas, yo también
le dedicaba ninfas extraídas
de los libros y lamias de los libros
y amazonas robadas de los libros,
con mucha Berenice y navego
en el lago dorado de tus ojos,
y ella los leía con las gafas
para leer poemas,
y me regalaba una sonrisa exacta
de dos por siete centímetros,
y me decía
“Son muy bonitos”,
y los dejaba en el montón
de los poemas bonitos,
con los poemas que le había dedicado
Pache
y los que le había dedicado Aitor
y los que le había dedicado Harkaitz
y los que le había dedicado Javi
y Manu
y Víctor
y Unai
y Gabriel
y Juanra,
por eso empecé a darle versos negros
de rosas con petróleo, le empecé
a dedicar arañas recortadas
y mañanas rientes y espinosas
con mucho de Iratxe y qué te crees,
a ver qué pasa, quién juega a otoños
y quién vive un sueño,
y ella comenzó a quitarse las gafas
para leerlos,
y le salía una risa millonaria
de dientes y calambres,
y me decía orgullosa
“Ésta soy yo”,
y los dejaba en la mesilla
de los poemas aparte,
en el montón nuevo de poemas
que sólo sabía escribirle
yo.
.
caja desastre con trozos que ha ido "olvidando" el poeta neorrabioso Batania por la red y surgida de un impulso espontáneo tras la vigésimoquinta vez que este poeta ha decidido eliminar sus blogs y para ahorrarme un nuevo disgusto.
Páginas
- Inicio
- Argi
- Natalia
- Iratxe
- Alegrías
- Meteoros
- Test para saber si eres poeta
- Convocatoria para elegir a una nueva Iratxe
- La Voz Neorrabiosa
- Endecálogo para poetas bukowskianos
- juicio al poeta neorrabioso
- Los tres hombres que lograron matar a Batania
- Catálogo de gilipoetas
- nueva aguja de navegar cultos
- 23 razones para comprar el primer libro de un poet...
- diferencias entre miraquelindos y neorrabiosos
- Relación definitiva de poetas obvios y elípticos