El amor es una mala persona

Natalia es buena y yo soy bueno,
pero el amor es una mala persona,
un idiota con mieles y lirios espurios,
un hinchado felón de mirada reoja,
un culebro que erige su casa
con muebles y vigas sin madera. 
Sí, Natalia es buena y yo soy bueno,
pero el amor es una mala persona,
un tendero que cuenta las uvas
que le conciernen, un cuclillo pactado
que suelta su otro en los ajenos, 
un cobarde que niega la siembra 
y exige el venado de la cosecha, 
un traidor que se vende y revende
por menos dinero que el dinero.

Sí, Natalia es buena y yo soy bueno,
pero el amor es feo y bronco y sucio 
y torcido y culpable y mala persona.