Un pero (me vais a permitir)


Sí, ya lo sé.

Que no tengo palada
para tanto trirreme
ni gato azul para
tanto maullido.
Que no llego a
ruina de caballo
ni a mala cuneta
de autopista.
Que soy el cero
y la luna oculta
y la quinta rueda
y la cucaracha.
Que vivo y rumio
el nunca en rostro
la nada en ristre
el nadie a rastras.
Que soy un riesgo
para mí mismo.
Que nunca seré poeta.


Pero Natalia.
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