Un puño más (Un paso más)

La marcha es un baobab: salen las gentes 
con borlas y hélices en los ojos, suenan
las batucadas y ríe la chica amarilla,
la chica amarilla de mano cerrada 
y el puño abierto, y sus cejas crujientes 
son acordeones que funden el sudor 
de los asfaltos animales y rebeldes.
Aquí el jubilado clama contra los números
y las naranjas repetidas; allí un obrero
propone entrar en la caja del parlamento
para robar todo el chocolate blanco; 
y hay niños con pancarta que juegan a mayores
mientras el viento del otoño nos sonríe
con su extraño color a berenjena.

Abajo las siglas y los claveles al peso.
Aturem la guerra. Globalice human rights.
Se acaba la reunión de avispas y vuelve
cada una a su casa frotándose las alas
mientras en las calles vacías
queda el 15 de octubre,
un paso más y al frente, un
paso menos. 
.