sustancias que consumo para escribir poemas

La absenta son mis genes bolcheviques
tirados por los brazos de la infancia.
La morfina es mi pueblo sin remite
untado con la escoba de mis faltas.

El opio es detonar en verso libre
lo que el endecasílabo se calla.
El hachís es el trueno incontenible
que vuelca mis tornados en palabras.

Recordar que mi muerto sigue muerto
y que aún le adeudo las sandalias,
que debo levantarme ante el silencio

y escribir en picado hasta matarme,
hasta romper el nombre de su lápida,
tal mi coca, mi ajenjo, mi dopante.
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