En diecisiete años me dio tiempo
a dedicarle muchos poemas,
pero nunca le escribí ninguno
con la palabra “aurora”.
Ya me entendéis.
Para que no se riera de mí. Para
que no me tomara por un poeta.
Decidí ocultarle
mis ojos pequeños de frío, los grados celsius
de mi tindaya, hasta qué siempres
me había clavado a ella.
Me prohibí decirle “te amo” más de tres veces al día.
Me obligué a tratarla con dureza.
Y empecé a escribirle poemas
distintos a los que había escrito.
Poemas que no parecían poemas
para una mujer que no parecía
una mujer.
Ahora que se ha ido
y bebo despacio
del agua dudosa de mi garganta,
he vuelto a escribir poemas
que parecen poemas. Poemas
de auroras y ocasos y melancolías.
Pero no voy a publicarlos.
Ya me entendéis.
Para que no se ría de mí. Para
que no me desprecie.
Para que no me tome por un poeta.
*Primera versión 4 de octubre de 2010
.
caja desastre con trozos que ha ido "olvidando" el poeta neorrabioso Batania por la red y surgida de un impulso espontáneo tras la vigésimoquinta vez que este poeta ha decidido eliminar sus blogs y para ahorrarme un nuevo disgusto.
Páginas
- Inicio
- Argi
- Natalia
- Iratxe
- Alegrías
- Meteoros
- Test para saber si eres poeta
- Convocatoria para elegir a una nueva Iratxe
- La Voz Neorrabiosa
- Endecálogo para poetas bukowskianos
- juicio al poeta neorrabioso
- Los tres hombres que lograron matar a Batania
- Catálogo de gilipoetas
- nueva aguja de navegar cultos
- 23 razones para comprar el primer libro de un poet...
- diferencias entre miraquelindos y neorrabiosos
- Relación definitiva de poetas obvios y elípticos