el fruto

Monógamo en soledades,
quiero morder la cadena
hasta que no queden eslabones,
para que el lápiz del loco
y el metro del sabio
no puedan repetirme.

Quiero escribir poemas terminales.
Que el adjetivo se doble ante el nombre
y el nombre se aparte ante el 
verbo hambriento de la velocidad.
Y nada de orígenes, yo
soy enemigo de los orígenes:
estoy cansado
de tantas raíces y después el tronco, 
de tantos troncos y después las ramas, 
de tantas ramas y después las flores, 
de tantas flores y después
el fruto,
el fruto podrido y enseñado,
el fruto obligatorio,
el fruto!!