Historia

Si coges un libro de historia
y lo aprietas con las manos,
verás salir por sus costuras
regueros de sangre.

Ábrelo.

Leerás que los vencedores
siempre apelan
a Dios
y a la ley
y a la verdad
y a la patria,
pero ganaron porque tenían
más soldados,
más cañones,
más caballos
y generales que estudiaron mejor
las líneas negras de los mapas.


Entre la guerra y la paz
el tirano no sabía qué hacer,
pero al fin pensó:

"Llamaré al niño
que llevo dentro
y le preguntaré".

Llamó,
preguntó,
tuvo respuesta.

Hubo guerra.