El semáforo en ámbar

Por qué tantos puentes y multiplicaciones,
por qué tantos nudos muertos y cometas
con advertencias y notas a pie de página,
por qué huyó lo simple del vaso o la cebolla,
los sueños de una flecha y una sola diana,
por qué no puedo ser elemental como antes,
cuando creía en la verdad entera y la justicia entera,
cuando era seguro y completo, exacto y mío,
con mi semáforo en verde y mi semáforo en rojo,
con el SÍ redondo y el NO redondo,
y no este semáforo en ámbar obstinado,
que no da para un SÍ ni da para un NO, 
que se me hace
un según
un quizá
un no sé.